La palabra globalización está ahora en todos los labios. Ello es así
hasta el punto que algunos hablan de global-blabla… Como lo ha subrayado Juan
Carlos Monedero, (anexo7) “no deja de sorprender que la palabra
globalización - o su pareja mundialización, que a los ojos de muchos
respondería a un uso más correcto del castellano - haya tenido tanto y tan
rápido éxito para describir toda la actualidad política, económica, jurídica y
cultural del planeta”. Un dato, el número de entradas correspondientes a esta
palabra en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos creció desde 34 en 1994
hasta nada menos que 693 en 1999.
En cuanto al fenómeno denominado globalización, los orígenes también
serán diferentes según la concepción que se tenga de este nuevo, o no tan
nuevo, proceso socio-económico, político, ambiental y cultural. Porque, como ya
hemos visto en la definición de la palabra en cuestión, éstos bien pueden ir
ligados al capitalismo o bien pueden ser recientes. Analicemos pues estos
puntos de vista diferentes.
Mucho se ha discutido sobre los orígenes de la globalización actual. Se
ha sostenido que sus antecedentes se encuentran en el capitalismo. Pero cabe
también destacar que hay otro sector que habla de la aparición de la
globalización a raíz de las empresas transnacionales.
Siendo el pistoletazo de salida para la globalización el capitalismo,
las explicaciones que se dan para este tema acostumbran a tener un carácter
fundamentalmente económico, sin embargo, las que defienden que el origen es más
bien cercano, empresas transnacionales, suelen considerar otras dimensiones,
como las políticas, las culturales o las vinculadas con la comunicación, a la
hora de hablar de este punto
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